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LAS SIRENAS ¿VOLADORAS? 🐦

Ca' Brass, la casa amarilla del pintor Italico Brass al pie del peunte
La sirena de la calle de le Strazze
En la calle de le Strazze, aparece incrustada una sirena que no es la tradicional con cola de pez, sino una sirena alada tallada sobre una patera (un disco marmóreo ornamental). Descubre su significado en este artículo.

Porque las sirenas no siempre tuvieron cola de pez, sino que en la antigua Grecia eran mitad pájaro y mitad mujer con alas y garras.

Miniatura rusa del siglo X que muestra a una sirena a la manera de la Antigua Grecia, con cuerpo de ave y rostro de mujer
Miniatura rusa con Sirenas-ave a la manera de la Antigua Grecia, con cuerpo de ave y rostro de mujer

En Venecia hay preciosas leyendas sobre sirenas como la del Pescador y una Sirena.


LAS SIRENAS-PÁJARO Y LAS SIRENAS-PEZ


🐦 Sirenas aves: el origen clásico


En la Antigua Grecia, las sirenas eran criaturas híbridas con cuerpo de ave y rostro de mujer que atraían a los marineros con sus hipnóticos cantos para matarlos. El primer documento escrito en el que parecen las sirenas es la famosa Odisea de Homero (siglo VIII a C) donde el héroe griego Odiseo (Ulises), aconsejado por la hechicera Circe, volviendo a su casa tras la mítica guerra de Troya escapa del peligro del canto de las sirenas, tapando con cera los oídos de la tripulación y se ata al mástil del barco para que éste no se desvíe.

Sirenas voladoras  en el barco de Ulises (cuadro de John William Waterhouse
Sirenas voladoras en el barco de Ulises (cuadro de John William Waterhouse)
Estas sirenas griegas no eran acuáticas, sino asociadas al aire y por lo tanto voladoras

la sirena era una criatura que pertenecía al inframundo de los muertos. Junto con las Arpías y las Lamias, era el alma de los difuntos que no tenían sepultura y no habían sido honrados con rituales que celebrasen el paso de la vida a la muerte; por ello, atraía a los mortales con sonidos dulces, con el fin de vengarse sanguinariamente. A menudo se representa a estas criaturas tocando la lira o la tibia.

Ulises y las sirenas. Mosaico del siglo II en el Museo del Bardo, Túnez
Ulises y las sirenas. Mosaico del siglo II en el Museo del Bardo, Túnez

En la Biblia Septuaginta, la versión griega del Antiguo Testamento, el término Seirén (sirena) aparece seis veces. La interpretación negativa tradicional heredada de la Antigüedad pasó a Isaías («La sirena y los demonios habitarán juntos en Babilonia, y el erizo y el onocentauro habitarán en sus casas») y llegó a los bestiarios medievales, en particular haciendo de la sirena un símbolo de la lujuria, la tentación y el engaño.


El Physiologus, un manuscrito redactado en griego entre el siglo II y el IV, donde se describen los animales a los que les asigna un valor simbólico o moral, trata a la sirena junto con el onocentauro (mezcla de hombre y asno) y comienza precisamente con la cita de Isaías. Se la describe como con apariencia de una mujer hasta el ombligo, pero en su parte inferior hasta los pies es un pájaro; además, es capaz de cantar canciones melodiosas o tocar música encantadora para atraer a los marineros y dormirlos. Sin embargo, una vez dormidos, ataca a los desafortunados mutilándolos horriblemente hasta la muerte.


En las ilustraciones de los manuscritos, las sirenas golpean brutalmente a los marineros con los instrumentos musicales utilizados para adormecerlos, a menudo con la tibia (una especie de flauta). Este comportamiento tiene una implicación moral, ya que las sirenas son una advertencia para los hombres que se deleitan con el lujo, los placeres mundanos y las diversiones del teatro, acabando por dormirse, y convirtiéndose así en presa del maligno.


El primer bestiario que menciona a una sirena como mitad mujer y mitad pez es el Liber monstrorum, escrito entre los siglos VII y VIII por un escritor anglosajón. En él, las criaturas se denominan marinae puellae (doncellas del mar) y se las describe con «las colas escamosas de los peces, que siempre mantienen bien ocultas bajo el agua, entre las olas».


Durante la Edad Media, la versión sirena-pez fue la predominante, aunque coexistió con la versión sirena-pájaro, como puede verse en las ilustraciones de los bestiarios medievales, por ejemplo en el primer Physiologus iluminado que nos ha llegado de la Burgerbibliothek de Berna del siglo IX.

Sirena en el primer Physiologus iluminado que nos ha llegado de la Burgerbibliothek de Berna del siglo IX
Sirena en el primer Physiologus iluminado que nos ha llegado de la Burgerbibliothek de Berna del siglo IX

CUANDO LAS SIRENAS PASARON A LAS PROFUNDIDADES DE LOS MARES


A partir del siglo IV-V d.C., con la expansión del cristianismo, las sirenas comenzaron a reinterpretarse como símbolos de la tentación, el pecado carnal y la vanidad, advirtiendo que el placer lleva a la perdición.


En la Edad Media, los artistas no siempre leían griego ni tenían acceso a imágenes antiguas, por lo que como el cuerpo de pez encajaba mejor con el contexto marino de los relatos, reinterpretaron las descripciones con lo que les resultaba más visualmente comprensible: mitad mujer, mitad pez.
Sirena hechiza a los marineros - Bestiario (1230-1240)
Sirena hechiza a los marineros - Bestiario (1230-1240)

En manuscritos tempranos, incluso mientras el texto describía a las sirenas como aves, las ilustraciones ya las mostraban con colas de pez o formas mixtas (pez y ave)

Imagen de una sirena como pez y ave
Imagen de una sirena como pez y ave

🐟 Sirenas mujer‑pez: la consolidación medieval


A partir del siglo IX, se popularizó en bestiarios la imagen de sirenas con cola de pez, a menudo conservando alas o garras.


En la Edad Media coexistieron tres tipos visuales de sirenas:


  • Mujer-ave (el original clásico)

  • Mujer-pez (sirena marina)

  • Híbrida mixta (mujer arriba, cola de pez y alas/garras)


LA SIRENA DE LA CALLE DE LE STRAZZE


En la calle de le Strazze, nº 1043, en el primer piso de un edificio del siglo XIX, se ha incrustado una patera griega de mármol que representa a una sirena. La criatura está representada con busto femenino y rostro rodeado de largos cabellos, mientras que la parte inferior del cuerpo es pisciforme y termina en una cabeza de cisne; las patas, sin embargo, son las de un ave. La criatura sujeta con ambas manos un gran pez, que sostiene horizontalmente frente a sí. La patera, del siglo XIII, está enmarcada por unas cintas decoradas con husos y dentículos.

La casa donde se encuentra la patera de la sirena
La casa donde se encuentra la patera de la sirena
Patera de sirena-ave en calle de le Strazze
Patera de sirena-ave en calle de le Strazze

Este altorrelieve representa un modo de representar a las sirenas que debió de ser frecuente en Venecia, pues la encontramos también una patera fechada a finales del siglo XII y colocada sobre un arco en el quinto piso del Palacio Ducal (en el lado que da al Río de Palazzo) y en otra representación del interior del Palacio Soranzo Van-Axel. También sobre un capitel en el patio del Palacio Ducale.

Sirenas-ave en el palacio Soranzo Van Axel
Sirenas-ave en el palacio Soranzo Van Axel
Capitel con sirenas-ave en el patio del Palacio Ducale
Capitel con sirenas-ave en el patio del Palacio Ducale

La cola terminada en cabeza de cisne quizá pueda explicarse por estas descripciones mixtas, pero el pez que nuestra sirena sostiene en las manos tiene un significado simbólico preciso: desde los orígenes de la iconografía cristiana, el pez representa a Cristo porque las iniciales de la palabra PEZ en griego: ΙΧΘΥΣ corresponden a una palabra clave:

Letra griega

Palabra en griego

Traducción al español

I (Ι)

Ἰησοῦς (Iesoús)

Jesús

X (Χ)

Χριστός (Christós)

Cristo (el Ungido / Mesías)

Θ (Θ)

Θεοῦ (Theoú)

de Dios

Y (Υ)

Υἱός (Hyiós)

Hijo

Σ (Σ)

Σωτήρ (Sotér)

Salvador

Por tanto, el pez se convierte en símbolo del cristiano y de su alma. La sirena atrapando el pez, y sosteniéndolo en sus manos, sugiere, por lo tanto, que desea codiciosamente tener un alma para seducirla y llevarla a perderse y permanecer en la condenación.


Cristóbal Colón, en su primer viaje, mencionó ver algo que llamó “sirenas”, aunque puntualizó: “no tan hermosas como las pintan” y durante el siglo XVIII, figuras como Benjamin Franklin y marinos de la época informaron de avistamientos de extraños “seres con torso humano y cola de pez” ¿Crees que en algún momento existieron las sirenas? 🧜🏻‍♀️

PUNTO 75 DE LA CAPA "PASEO BARRIO SAN MARCOS"


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