Cuando pasaba por este portón con una manija de un extraño animal, quería empujar para ver lo que deparaba su interior ¿Qué misterios escondía? Hoy por fin se han develado ¿Me acompañas?
El portón de entrada por la "fondamenta de le Erbe", se conserva con la madera original y el escudo con bisel de la casa Van Axel, empujamos y entramos en un lugar que parece extraído del pasado donde en cualquier momento puede aparecer un personaje de la época bizantina o gótica.
UN POCO DE HISTORIA
Este palacio fue fue construido entre 1473 y 1479 para Nicolò Soranzo. El palacio fue propiedad diversas familias nobles como los Sanudo hasta que finalmente, en 1652 fue comprado por la familia Van Axel, que eran ricos comerciantes holandeses que pagaron para ser admitidos en el patriciado veneciano (¡la nobleza se podía adquirir con dinero!). De ahí este nombre tan exótico que veneciano, no suena: “Van Axel”.
De estilo gótico, con influencias renacentistas, ocupó el lugar donde estaban las casas de la familia Gradenigo. Los Soranzo no dudaron en reutilizar sus materiales y elementos decorativos bizantinos como las columnas de mármol griego de la ventana de cuatro luces del segundo piso, los marcos de piedra de estilo veneciano-bizantino y las "patere" insertada en los muros del patio principal.
Es una enorme palacio, con dos entradas por tierra y dos por agua, dos escaleras, dos patios cada uno con su pozo ¿Cuál es el motivo de estas duplicidades? Seguramente Nicolo, muy previsor y práctico, pensó en sus dos hijos que le heredarían y dividirían el edificio.
Este palacio estuvo en restauración durante diez años, en la que también se recuperaron vestigios de frescos policromados en el patio que da al canal. El edificio se utiliza como espacio expositivo o alquilado para eventos.
EL PRIMER PATIO Y SU ESCALERA
El pozo del segundo patio sigue siendo el original, con el escudo de los Soranzo. Aún se conserva la polea que se necesitaba para subir el cubo con agua hasta el piso de los sirvientes.
En el siglo XX, el palacio fue comprado por el conde Barozzi, quien trajo allí varias piezas de su colección de arte, entre ellas hermosas esculturas y relieves. Merece la pena echar un vistazo a la singular pila tallada alrededor del año 1000.
También es realmente interesante el sarcófago veneciano, que probablemente data del siglo XV: el relieve tallado en un lado representa un barco veneciano con los marineros tratando de controlarlo en la tormenta. Las inscripciones se refieren a un episodio de la historia romana, pero se adaptan bastante bien a la vocación veneciana por los viajes aventureros: Navigare necesse est, vive non necesse (“Es necesario navegar más lejos, no vivir”).
En mi opinión tiene el patio y la escalera más bonita de Venecia, decorada con cabezas antropomorfas sobre el pasamanos.
La escalera permite acceder a la parte superior del palacio que da a la iglesia dei Miracoli desde sus ventanas. Es muy probable que Nicolo Soranzo cooperase en la construcción de la contigua iglesia.
LAS VISTAS DE LA IGLESIA DE LOS MILAGROS Y LOS ANIMALES MITOLÓGICOS
Desde los ventanales del segundo piso del palacio se vislumbra la iglesia de los Milagros y un friso con esos animales mitológicos que son los grifos.
Los grifos, dotados de cabeza y alas de águila (animal rey del cielo), y el resto del cuerpo de león (rey de la Tierra), actuaban como guardianes y símbolo de unión con Dios.
Tiene su origen en Oriente Próximo, pues aparecían ya en las pinturas y esculturas de los antiguos babilonios, asirios y persas. En la Edad Media el grifo llegó a ser considerado en la cristiandad como un símbolo de Jesús, que era a la vez humano y divino.
En las fachadas del palacio que dan al patio interior, se encuentran cinco patere con motivos zoomorfos como un grifo atacando a un ciervo; una pátera con un félido mordiendo a un cánido; un león mordiendo un pájaro...Son símbolos que parecen representar la lucha entre el bien y el mal.
UN MUNDO MÁGICO
El interior acompaña al exterior en cuanto a criaturas mitológicas, con grandes chimeneas con frisos y figuras de animales reales y no reales. La decoración de las paredes es onírica, como sacada de un cuento de hadas.
Algunos proverbios en placas y chimeneas del interior, condensan el pensamiento moral de los que aquí vivieron como la placa en el primer patio que indica: Omnia Sunt dei "Todo es Dios" o "Dominus Providevit" ("El Señor proveerá").
Venecia, una ciudad de símbolos y misterios que componen un puzle infinito ¿No crees? 🧩
PUNTO 18 DE LA CAPA "PASEO POR CANNAREGIO"
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