La espléndida basílica de San Zanipolo (abreviatura veneciana de San Giovanni e Paolo), la más grande de Venecia, es un auténtico panteón: contiene las tumbas de varios dux y héroes de la República de Venecia, como Marcantonio Bragadin, héroe de Famagosta o Sebastiano Venier que triunfó en Lepanto
Así que tomamos asiento en la cafetería Rosa Salva en la plaza, en las mesas exteriores en verano o en su acogedor interior en invierno para sentirnos parte de las leyendas que os cuento mientras observamos esta preciosa plaza, que se ha apodado "EL CAMPO DE LAS MARAVILLAS" , llamado así por su gran belleza y monumentalidad. Los venecianos lo conocen como Campo San Zanipolo, por una contracción dialectal de los dos nombres de los santos.
¿Preparad@s?
En esta plaza encontramos la imponente fachada de terracota de la iglesia gótica de Santi Giovanni e Paolo, y adyacente está la elegante Scuola di San Marco con su refinada fachada de mármol.
Si bordeamos la iglesia, encontramos la calle Torelli, conocida como de la Cavallerizza donde hubo un teatro de madera en el siglo XVII, que luego se convirtió en 1647 en las Cavallerizza dei Nobili , una escuela de equitación donde se guardaban caballos, dicen que hasta 70. Recordad que los caballos, hubo un tiempo en que trotaron por Venecia como os conté aquí.
En esta calle, el 25 de julio de 1755, arrestaron a Casanova para llevarlo a los terribles Piombi del Palacio Ducal.
LOS ESPÍRITUS DE LOS DUX QUE VAGAN POR ESTOS LARES
Pero sobre todo la calle Cavallerizza destaca por otra particularidad inquietante puesto que en noches oscuras tiene lugar un espectáculo con origen en 1355.
Justo en esa fecha, el entonces dux Marin Faliero se reúne en esta zona con un grupo de nobles para urdir una conjura contra el Gobierno de la Serenissima para hacerse él mismo con el poder absoluto de Venecia. Es descubierto y decapitado en la escalera de los Gigantes del Palacio Ducal.
El cadáver del dux fue expuesto con la cabeza cortada colocada entre las piernas sobre una estera en la sala Piovego (palacio Ducal), y permaneció allí todo el día y la noche siguiente, como advertencia de su traición.
Luego, el cuerpo fue enterrado junto con su cabeza, en un sarcófago en el atrio de la capilla de la Madonna della Pace, justo aquí, en la básilica de Santi Giovanni e Paolo.
Cuando la capilla de la Pace fue demolida a principios del siglo XIX los huesos fueron transportados al osario público de Sant'Ariano.
Y es precisamente en este lugar donde por la noche se ve el cuerpo de Marin Faliero deambulando en busca de su propia cabeza, emitiendo un lamento continuo.
Viejo y ciego, también vaga por estos lares, con dos ascuas en lugar de ojos, empuñando su espada por el filo, que le infringe una herida dolorosa para recordarle la sangre inocente vertida.
Así que por el campo San Giovanni e Paolo vagan los dux para recordar LA SOBERBIA por un lado (Marin Faliero) y LA CRUELDAD por otro de Enrico Dandolo
Pero no acaban aquí los dux cuyo espíritu se aparece porque algunos han visto al dux Tomasso Mocenigo, el llamado "el profeta", ya que en su leco de muerte adivinó quien le sucedería, y el declive militar y económico de Venecia. Le han visto por esta plaza de San Zanipolo y las calles aledañas extrayendo un pergamino de su boca, que tiene grabada la palabra "VERITAS" (verdad, en latín) y que se le enreda entre las piernas.
EL CAMPANERO QUE VENDIÓ SU ESQUELETO
A espaldas de la iglesia, entrando por el pasadizo justo al lado de la cafetería Rosa Salva, está la CORTE BRESSANA, donde dicen que puedes encontrarte con el último campanero de San Marcos.
El campanero de San Marcos medía más de 2 metros de altura y tenía unas manos gigantes. Un día, a mediados del siglo XIX se topó con el director de un gabinete científico veneciano, saliendo de la basílica en la misa dominical.
El director en cuanto le vio, pensó que semejante enorme esqueleto daría lustro a su colección de anatomía, así que convenció al campanero para firmar un contrato en el que le cediese su cuerpo cuando muriese a cambio de dinero.
El campanero pensó que era más joven que el científico y moriría más tarde que él, por lo que nunca ejecutarían el contrato.
Era aficionado al vino y con el dinero del contrato bebió tanto que murió y acabó en una urna de cristal con una campanilla en la mano en el Museo Natural de Venecia, donde aún puede verse.
Aseguran que unos minutos antes de cada medianoche el esqueleto del campanero sale del museo para dirigirse a San Marcos a tocar la campana más grande, la "Marangona", no sin -al regreso - pedir limosna a los transeúntes para poder recomprar su propio esqueleto.
Y es que entre tantos y tantos enterrados desde el siglo XIII en esta basílica, no es de extrañar que algunos espíritus aún vaguen en busca de la paz de sus almas y no hay más que sentarse en una noche oscura para sentir sus presencias 😇
PUNTO 6, 13 y 14 DE LA CAPA "CURIOSIDADES E HISTORIA"
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