Eran los arrabales de la ciudad, sinónimo de pobreza, pero llegaron a tener una preciosa iglesia, un dux propio, otro dialecto y una banda urbana llamada los Niccolotti, estamos en la antigua contrada o barrio de San Nicolò dei Mendicoli. Te dejo un paseo por la zona en el mapa al final del artículo.
Hasta mediados del siglo XIX, era una zona de pescadores alejada del centro de la ciudad. Más allá, sólo había arenales que se extendían hacia la laguna interior y en verano la gente acudía para hacer picnic y pasar el día.
Los arenales, se fueron agregando al contorno de la ciudad, y se utilizaron para ejercicios militares del ejército austríaco, también como sede de una fábrica de algodón y posteriormente como terminal ferroviaria y marítima.
Ahora es una zona, que aún se ha ampliado más, ganando terreno a la laguna, y en donde se encuentran lo que conocemos hoy como Tronchetto, Piazzale Roma y Terminal Grandi Navi (donde hasta hace poco paraban los cruceros).
La palabra Mendicoli algunos creen que deriva de “Mendici" o mendigo, para indicar la pobreza de sus habitantes, otros indican que de Mendigola, el antiguo nombre de la isla sobre la que se asienta la zona.
LOS NICOLOTTI Y SU DUX
Cuenta la tradición que la iglesia fue construida en el siglo VII por paduanos que se refugiaron aquí huyendo de las invasiones lombardas, y que lo hicieron sobre los restos de un templo romano dedicado a Venus.
Sorprende ver que una de las pinturas, en el techo de la propia iglesia, muestra a San Nicolás talando un mirto, que era precisamente el símbolo asociado a la diosa Venus por los paganos.
En los siguientes siglos, la estructura fue devastada, y se reconstruyó entre los siglos XII y XIII en estilo véneto-bizantino sobre el mismo plano (hoy solo queda el pequeño campanario cuadrado de aquella época) y la dedicaron a San Nicolás (de ahí su nombre y el de los habitantes de la zona llamados Nicolottis).
Los Nicolottis eran rivales de los Castellani (como los Montesco y los Capuleto en Verona), que vivían en la parroquia de San Pietro di Castello y al menos una vez al año, las dos bandas se enfrentaban violentamente en el Puente dei Pugni (de los puños) o en el de Santa Fosca.
Hasta la caída de la República, los Nicolottis tenían su propio dux: el Gastaldo o dux de los Nicolotti. Designado por algunos pescadores del barrio, se elegía a puerta cerrada en la iglesia de San Nicolò, por una asamblea de feligreses, en presencia de un representante de la Signoria, un organismo de control del gobierno veneciano.
Para algunas celebraciones oficiales, el gastaldo vestía traje de raso de seda o paño (según la estación) rojo escarlata y usaba peluca y sombrero de caballero. Vestido de esta manera, al día siguiente de su elección, se dirigía al Palacio Ducal para ser recibido por el Dux, seguido por una multitud de Nicolotti que lo vitoreaba.
Además, tenía varios privilegios: seguir al dux con un pequeño bote amarrado a la popa del bucintoro en la ceremonia de las Bodas con el Mar; el derecho a imponer un impuesto a todos los barcos de pesca de su distrito; y la de mantener dos mostradores en las pescaderías de San Marco y Rialto. Al final, estos privilegios le reportaban una suculenta renta anual.
En la antigüedad esta zona era una vía de acceso muy importante a la ciudad; de hecho, por aquí pasaba buena parte de lo que llegaba del continente.
UNA VENECIA EN MINIATURA
Era una zona con su propio carácter que se ha conservado a lo largo de los siglos, de hecho si quieres palpar la vida veneciana, esta zona te hará zambullirte en la cotidianidad remota de pescadores que caracterizó los comienzos de Venecia.
El pequeño y pintoresco campo (plaza) delante de la iglesia, es como una Venecia en miniatura: rodeado en tres de sus lados por canales y con una columna con el león de San Marcos.
Todavía se puede disfrutar de un ambiente de finales de la Edad Media, como en el porche en la parte trasera de la iglesia, que era precisamente el refugio de los "mendigos" (mendicoli) a quienes debe la iglesia su nombre, aunque inicialmente en 1473, se construyeron habitaciones para dos monjas: Sofia Veneziana y Agnese Ungaro, que habían elegido vida de pobreza y oración. Aquí permanecieron ¡15 años!
LA IGLESIA DE SAN NICOLÒ DEI MENDICOLI
San Nicolò dei Mendicoli es una de las pocas iglesias donde sobreviven características bizantinas como los arcos con sus antiguas columnas y capiteles o el iconostasio delante del altar.
El techo está decorado con un San Nicolás en gloria y otros episodios de su vida. El coro también es original, con una estructura véneto-bizantina. Los cuadros en la parte superior de las paredes representan escenas de la vida de Cristo.
La iglesia es una pequeña joya que nos invita al recogimiento y nos traslada a los comienzos de Venecia como ciudad. La iglesia no solo era el centro de devoción de la zona sino también el centro de identidad de los Nicolottis. San Nicolás era patrón de los navegantes, pescadores, marineros y viajeros en general.
El campanario fue construido en el siglo XII, y tiene un antiguo reloj de una sola aguja, como el de San Giacometto de Rialto.
Justo después del campanario, encontramos el oratorio de San Filippo Neri, no era un oratorio al uso, sino asociado a la particular visión de este santo, que no utilizaba el púlpito para los sermones, sino diálogos con los feligreses.
LA CASA DEI SETTI CAMINI Y EL CLAUSTRO DE LAS TERESIANAS
La Casa dei Sette Camini fue construida como vivienda de protección oficial en el siglo XVIII. Albergó a finales del siglo XIX a los trabajadores de la cercana algodonera (inaugurada en 1883 y luego clausurada en 1960) y actualmente es sede de la universidad IUAV.
Esta casa tiene una curiosa característica arquitectónica, nada menos que 7 chimeneas en su tejado, alineadas en el lado que da al canal
Frente a la Casa dei Sette Camini se encuentra la Iglesia delle Terese, cerrada. El Convento delle Terese contiguo acogió entre sus muros durante décadas a personas sin medios económicos. Actualmente el edificio alberga una sede del IUAV. En el interior se puede ver el hermoso claustro y el campanario de la Iglesia.
LA ANTIGUA FÁBRICA DE ALGODÓN
El interés de la contrada de San Nicolò dei Mendicoli, no se limita solo a su remoto pasado con edificios construidos en diferentes épocas, desde el siglo XV al XVIII, también se pueden observar interesantes ejemplos de arquitectura industrial.
El Cotonificio o antigua algodonera, fue construida en el siglo XIX, el algodón en bruto llegaba en barcos desde la India. También se construyeron viviendas para albergar a los trabajadores de la fábrica.
El ayuntamiento de Venecia concedió el uso de la hilandería con fines docentes a la Universidad de Ca' Foscari y al Instituto Universitario de Arquitectura.
LA IGLESIA DE SANTA MARTA
La iglesia de Santa Marta y el convento femenino contiguo (demolido en el siglo XIX) fueron construidos en el siglo XIV en lo que fue la playa más occidental de la ciudad lagunar, y tenía una estrecha relación con la parroquia de San Nicolò dei Mendicoli.
La iglesia se desconsagró y sufrió una larga decadencia.
Se restauró en este siglo convirtiéndose en un lugar para conferencias y exposiciones.
Un paseo lleno de contrastes entre una de las partes más antiguas de la ciudad y la modernidad industrial
EL MAPA Y UN RECORRIDO POR LOS LUGARES DE LA CONTRADA DE SAN NICOLÓ DEI MENDICOLI
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