Desde el siglo IX en Venecia, cada 2 de febrero, día de la Purificación de María, se bendecía en la iglesia San Pietro de Castello, a 12 chicas jóvenes de origen humilde que se iban a casar durante el año. Se las engalanaba con vestidos suntuosos y joyas prestadas por iglesias de la ciudad y las familias patricias hacían donaciones para su dote. Después se las invitaba a un banquete en el Palacio Ducal.
Pero, en el año 946, durante la celebración, unos piratas secuestraron a las novias con sus joyas, en plan “Rapto de las Sabinas”. El propio dux Pietro III Candiano se puso al frente de una expedición para perseguirlos, alcanzaron a los secuestradores y los mataron, liberando a las novias.
Después de siglos de abandono, desde 1999, la fiesta de las Marías abre el Carnaval. 12 chicas desfilan sobre sillas de mano desde la iglesia de San Pietro de Castello hasta la Plaza de San Marcos. Este año todavía no se sabe si se celebrará por la pandemia el 6 de febrero.
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