ATRAVESAMOS EL PORTAL GÓTICO DE SAN ZACCARIA
- Venecisima Venecisima
- 6 may
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Una puerta de otro tiempo con un precioso retablo. Hoy atravesamos el portal de San Zaccaria del siglo XV ¿hacia dónde?
Cuando desde Campo San Provolo queremos llegar a la renacentista iglesia de San Zaccaria, nos topamos con esta misteriosa puerta gótica decorada con bajorrelieves.
Este portal, en tiempos de la República se cerraba por una verja porque el campo era propiedad del convento de San Zaccaria. De hecho, podemos todavía ver de las bisagras todavía en las jambas.
Las campanas del Ángelus (las que repican para invitar a los fieles católicos a rezar la oración del Ave María), al amanecer y al atardecer, acompañaban en tiempos antiguos la apertura y el cierre de la entrada por la que aún hoy se accede al Campo di San Zaccaria.
El portal, marca la separación entre el territorio de los fieles y el territorio sagrado al que se accede, y el altorrelieve en piedra de Istria, da la bienvenida para interceder con las figuras sagradas por el perdón de los seres humanos. Así en el centro está la Virgen y el Niño, a los lados San Juan Bautista y el evangelista San Marcos con el libro abierto. En el pináculo San Zaccaria como guardián del espacio que lleva su nombre. Todo protegido de las inclemencias del tiempo con un tejadillo.
EL SIMBOLISMO DE UNA PUERTA
Atravesar una puerta tiene un simbolismo que no muchos conocen, y los dos sentidos no son equivalentes. El acto de cruzar un umbral, implica el paso entre dos niveles: lo conocido y lo desconocido, la realidad externa y profana por un lado, y el espacio interior protector y sagrado por otro.
Las puertas nos hablan, sobre lo que hallaremos cuando las traspasemos, y por ese motivo suelen estar decoradas en su cara exterior, como los portales de las fachadas de las iglesias.
La puerta incluso en algunas civilizaciones goza del espíritu protector de un dios, cuya imagen se coloca junto a las puertas, o de un animal -la mayoría de las veces el grifo o el león- o de algún elemento representado por máscaras y mascarones de rasgos aterradores para alejar energías negativas.
La ornamentación de los portales de los lugares de culto consta habitualmente de un rectángulo inferior, las puertas (entrada para seres terrenales, de este mundo) y un semicírculo por encima, por debajo de la arquivolta, que representa el cielo, lo sagrado.
LA VIDA MONÁSTICA
La laguna de Venecia se presentó desde tiempos antiguos como un lugar especialmente creado para la vida monástica: grandes extensiones llanas y aisladas por el agua que ofrecían soledad, silencio, seguridad y tierra que sembrar, pero sobre todo eran centros de poder.
El monasterio protagonista, por su fama y su importancia es el de San Zaccaria. Se fundó en el siglo IX como monasterio benedictino. Aquí vivían monjas de familias venecianas ilustres y su abadesa a menudo pertenecía a la familia del dux gobernante.
El monasterio era enorme para una ciudad como Venecia, y las mujeres que vivían allí tenían un gran poder en la vida veneciana, política y económicamente, relacionándose con las altas esferas del gobierno. El dux acudía cada Semana Santa a la iglesia de San Zaccaria a rendir homenaje a las mujeres veladas. Era simplemente el centro espiritual de la ciudad.
La zona conventual, fundada seguramente en el siglo IX, estuvo enmarcada por zonas fluviales y la laguna, hasta la realización del paseo o Riva degli Schiavoni cuando se abrió un sotoportego que se cerraba con otra puerta también para el acceso al convento. Aquí llegaron las reliquias de San Zaccaria a comienzos del siglo IX enviadas por el emperador bizantino León V.
Por tanto, este portal de San Zaccaria gótico, fue durante mucho tiempo la única de acceso al complejo monástico; el resto estaba rodeado de agua.
AQUÍ NACIÓ “EL CUERNO DEL DUX”
Con motivo de la Semana Santa era tradicional que el dux acudiera en procesión, con todo su séquito a cuestas, a la iglesia de San Zaccaria, donde era recibido por la abadesa del monasterio adyacente y por las monjas.
En San Zaccaria asistía a la misa del Patriarca y luego participaba del banquete preparado por las monjas en el convento.
Desde mediados del siglo IX, el Dux era honrado con el “Corno del Dux” realizado por las monjas. El cuerno se convirtió para el dux en el equivalente a la corona de un rey.
El primero en recibir este reconocimiento se cree que fue Pietro Tradonico (836-864) a manos de la abadesa Agostina Morosini.
Cuando pases esta puerta, recuerda todo el simbolismo oculto y admira a través de ella lo que queda del antiguo monasterio benedictino 🚪
EN EL MAPA ES EL PUNTO 65 DE LA CAPA "PASEO POR CASTELLO"
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