EL PALACIO FOSCARINI Y LA GUERRA DEI BASTONI
- Venecisima Venecisima
- 16 sept
- 5 Min. de lectura

Tras los muros de este palacio habitó la poderosa familia Foscarini. Su corazón ocultaba un jardín majestuoso, donde en otro tiempo se alzaba un palazzetto que guardaba la legendaria Biblioteca Foscarini. Y fue desde estos balcones donde Enrique III de Francia contempló, con la historia latiendo bajo sus pies, una batalla memorable librada en el puente. ¿Te atreves a descubrir cuál?

El palacio Foscarini ai Carmini (se llamaba así a algunos palacios: con el nombre de la familia y la parroquia a la que pertenecían, en este caso a la del Carmini) se construyó en el siglo XVI. Se amplió en el siglo XVIII por el dux Marco Foscarini, un hombre erudito que hizo levantar en el jardín un pequeño edificio que albergaba su biblioteca.

La Biblioteca Foscarini, fue una de las colecciones privadas más antiguas, ricas e importantes de Venecia La biblioteca se vendió para saldar las deudas financieras de la familia Foscarini. Hoy sólo queda el jardín. Sobre esta biblioteca histórica, se conserva documentación como un catálogo de 1800 que detalla los volúmenes de su colección, que incluía obras clásicas como De Rerum Natura de Lucrecio, Historia Naturalis de Plinio y obras científicas del siglo XVII y XVIII
En la actualidad, el Palacio Foscarini que se asoma al Rio Santa Margherita, frente al campo dei Carmini, sigue siendo privado y algunas de sus partes albergan la sede veneciana del consulado belga. Lamentablemente, una gran parte del jardín se ha ocupado desde principios del siglo XX por edificios residenciales y por el Palacio Malcanton Marcorà (una de las sedes de la Universidad Ca' Foscari de Venecia).

Se dice que, en los años de mayor esplendor, el palacio Foscarini llegó a contar con más de doscientas habitaciones. Sin embargo, no había en él una sola silla: una decisión tomada para impedir que alguien, al sentarse, pusiera en riesgo las invaluables obras de arte que custodiaba.
LA GUERRA DEI BASTONI
En 1574, el rey Enrique III, rey de Francia y Polonia, asistió desde las ventanas del palacio a un espectáculo teatral o recreativo conocido como "Guerra dei Bastoni",< (guerra de los Palos) que se realizó en el puente Foscarini frente al palacio.

Marsilio della Croce, en su Historia de la pública y famosa entrada en Venecia del Serenísimo Enrique III, Rey de Francia y Polonia, relata:
Dado que iba a celebrarse una contienda de tal magnitud, Su Majestad quiso estar presente, como tantas veces lo había deseado, para gozar de aquel espectáculo y diversión. Ya entrada la noche, se reunió con príncipes y señores en la residencia del ilustre embajador Jacomo Foscarini, al otro lado del puente.
De inmediato se proclamó que, bajo pena de galeras, nadie podría subir al puente sin antes cortar la punta de su palo o bastón, y que, bajo pena de muerte, quedaba prohibido arrojar piedras, blandir armas o provocar tumultos y desórdenes, como en ocasiones anteriores. Los capitanes, por mandato de sus señores, acudieron armados y vigilantes para evitar cualquier escándalo.
Su Majestad, tras mostrarse en las ventanas adornadas con ricas telas de oro y almohadones del mismo material, salió finalmente al campo acompañado por unos doscientos combatientes. Estos subieron al puente por turnos, de dos en dos, unas veces por un lado y otras por el contrario, con el propósito de ofrecer un espectáculo. Pronto comenzaron a intercambiar golpes, y poco a poco todos quedaron envueltos en la refriega, que se prolongó por más de media hora.

Unas veces se perseguían fuera del puente, otras retornaban y volvían a cargar; en ocasiones expulsaban a los adversarios y se adueñaban del paso, para luego enfrentarse en nuevos grupos. La lucha, animada y cambiante, deleitó sobremanera a Su Majestad, que observaba con gran placer y diversión.


La violencia del encuentro hizo que muchos cayeran al suelo, mientras que otros, arrojados por la confusión, se precipitaban al agua desde ambos lados del puente. Al final, en reconocimiento por su buen comportamiento, todos los combatientes fueron recompensados: a cada bando se le otorgaron ciento cincuenta ducados, más veinticinco adicionales para refrigerios. Con ese dinero organizaron fiestas en sus respectivos distritos, celebrando con bailes, corridas de toros, fuegos artificiales y otros entretenimientos semejantes cada uno en su propio distrito.

El Giacomo Foscarini que se menciona falleció en 1602. Esta línea de los Foscarini se extinguió en el procurador Pietro, quien murió en 1745, cuya viuda Elisabetta Corner dio un espléndido baile en este palacio en 1749 que se grabó en un dibujo que os muestro.


¿POR QUÉ MOTIVO SE REALIZABAN ESTAS GUERRAS URBANAS?
En Venecia, durante siglos, dos facciones compitieron, más como rivales que como enemigos, en juegos y desafíos: los Castellani y los Nicolotti.
Los Castellanis, vivían en la parte oriental de la ciudad (Castello) y en su mayoría eran trabajadores empleados en el Arsenal para fabricar barcos.
Los Nicolottis, por otro lado, se concentraron en el extremo opuesto y se dedicaban principalmente a la pesca y se llamaban así porque en un extremo del barrio estaba la iglesia de San Nicolò dei Mendicoli.
A partir aproximadamente del año 1600 cuando llegaba el mes de septiembre y hasta la Navidad los clanes rivales se reunían en los pequeños puentes sin barandillas y se dedicaban a darse puñetazos para que los enemigos cayesen al canal hasta que una de las bandas se hacía dueña del puente.

El origen de estas batallas de cañas o palos se remonta al año 884, cuando gobernaba el dux Oberlerio Antenoreo. Comenzaron para evitar las muertes y la barbarie de los duelos y torneos, que fueron sustituidos por estas peleas con palos afilados y endurecidos al fuego, también sangrientas, porque traspasaban pechos y vientres, hasta que fueron prohibidos y sustituidos los palos por los puños.
A partir de 1600, cada año, cuando septiembre abría sus puertas y hasta que la Navidad ponía fin al calendario, las facciones rivales se daban cita en los pequeños puentes desprovistos de barandillas. Entre gritos y puñetazos, combatían hasta que los vencidos caían al canal y solo una banda quedaba como dueña del puente.


Este palacio es un recordatorio de la necesidad de proteger lo que queda de los edificios y jardines históricos venecianos, no solo por su valor estético, sino también como parte fundamental de la historia de la ciudad ¿Qué opinas? 🌳 🌿 🏰 🌷
PUNTO 42 DE LA CAPA "PASEO POR DORSODURO"
Descubre el mapa de los lugares de venecisima.com en:
Instrucciones para usarlo en Google Maps en:




Comentarios