En tiempos pasados, el acceso principal a la basílica de San Marcos, se realizaba desde el agua, desde la Cuenca de San Marcos, y concretamente desde la Puerta del Mar, porque el mar llegaba hasta aquí bordeando el antiguo Palacio Ducal.
Los visitantes no llegaban a través de la plaza actual (Venecia no estaba conectada por carretera a la península de Italia) sino por barco. Así que todo estaba preparado para impresionar al que llegaba y veía no la fachada principal que hoy conocemos, sino la lateral que enfoca hacia la laguna.
Por tanto, esta fachada sur era muy importante, y tenía que deslumbrar, con el poder y el esplendor de Venecia, a quienes llegaban por mar, tanto extranjeros como venecianos que regresaban de lejos.
La Porta da Mar fue tapiada para la construcción de la Capilla Zen en las primeras décadas del siglo XVI, pero los símbolos que querían impresionar a los que llegaban a Venecia siguen aquí, en esta fachada lateral que se asomaba al agua:
1 LOS ARCOS
El de mayor tamaño era la puerta del Mar del siglo XIII, decorado con cabezas de diez profetas, hoy tapada por la construcción posterior de la capilla Zen.
Antiguamente, el actual ábside interior de esta capilla estaba en la fachada con 4 estatuas de profetas: Habanuc, David, Zacarias y Sofonias alternadas con representaciones en mosaico de los profetas Miqueas, Isaias, Jeremias, Oseas y Cristo.
2 LAS COLUMNAS Y LOS MÁRMOLES
Son de un cromatismo abrumador. Decía Justiniano que mármoles y piedras habían sido creados por la naturaleza para glorificar a Dios. Algunas columnas y losas de mármol la leyenda dice que vienen del Mausoleo de Halicarnaso (siglo IV aC.)
3 LOS GRIFOS GUARDIANES
Encima de unas columnas, dos grifos de mármol rojo, uno en el acto de desgarrar un becerro; el otro un niño. Estos animales fabulosos, los Grifos, dotados de cabeza y alas de águila, y el resto del cuerpo de león, actuaban como guardianes de la puerta del Mar.
4 LA SÁBANA SANTA Y LA VIRGEN ORANTE
En la segunda planta, se vislumbra la Virgen María con el niño y dos pavos reales, es la "Virgen Orante". Encima la Sábana Santa con el rostro de Cristo.
5 LAS "LUCECITAS"
¿Has notado alguna vez que en la fachada lateral de la Basílica de San Marcos, adyacente al Palacio Ducal, hay dos luces rojas encendidas de noche? la "Virgen Orante", también conocida como la "Madonna del fornaretto", en memoria del "pobre fornaretto", un joven panadero injustamente ejecutado que era inocente. El error sacudió los cimientos de la justicia veneciana, y se pusieron 2 antorchas en esta fachada que se encenderían cada noche para que esta luz venciese la oscuridad de la injusticia.
6 SAN CRISTÓBAL Y SAN NICOLÁS
Un San Cristóbal extraordinario que da la impresión de no sentir en absoluto el peso de Jesús está en una de las hornacinas.
7 EL CORONAMIENTO GÓTICO
La fachada culmina con las estatuas de las Virtudes Justicia y Fortaleza, símbolos de la Serenissima; dentro de los edículos están las estatuas de San Nicolás de Bari y San Antonio Abad del siglo XV.
MÁS SÍMBOLOS TRIUNFALES
Esta fachada sur, que da al mar, es rica además en elementos triunfales:
1 LAS PILASTRAS DE ACRE
Aisladas, frente a la fachada de la Basílica, las dos Pilastras de Acre o Acritanas: un trofeo de la victoria de los venecianos sobre los genoveses expulsados de San Juan de Acre (Siria) en 1256. Tienen un misterio escondido.
2 LOS TETRARCAS
En 1204, con la cuarta Cruzada, cuyo líder fue el dux Enrico Dandolo, y que terminó con el "Saqueo de Constantinopla”, Constantinopla se convirtió en un protectorado veneciano hasta 1261. Unas figuras de pórfido rojo llegaron desde allí y son del ¡siglo IV d.C.!. Os lo cuento aquí.
Una flota de 13 galeras enviada desde Venecia al mando de Lorenzo Tiepolo en 1257 derrotó a la flota genovesa frente a Acre, atacaron el monasterio de San Sabas y conquistaron la ciudad. Y en memoria de este triunfo enviaron a casa la columna de pórfido y la colocaron como trofeo donde todos pudiesen verla.
El gran cromatismo luminoso de la fachada sur produce esplendor nada más verla y esa era precisamente la impresión que quería causar en quienes lo miraban a su llegada: quería deslumbrar sí o sí. ¿Crees que cumplía su función?